En el verano de 1846, Henry David Thoreau fue detenido y encerrado en la cárcel local de Concord (Massachussets) por negarse a pagar impuestos. Se niega a sostener un Estado que mantenía el régimen de esclavitud y emprendía guerras injustas como las que en esos momentos Estados Unidos había declarado a México.

Un hecho tan aparentemente débil contra la fuerza que lo encarcela se convierte en respuesta ante todo el que mantiene-mantenía que “no hay nada que hacer”, que resulta imposible luchar contra el poder del Sistema.

Una actitud personal congruente ante su percepción de la realidad. Una experiencia meditada y recogida en un manifiesto con el titulo de El deber de la desobediencia civil. “(…) Bajo un Gobierno que encarcela injustamente a alguien, el lugar apropiado para un hombre justo es también la cárcel…”

Una de las primeras definiciones de desobediencia civil explica que “un acto es de desobediencia civil si y sólo si es un acto ilegal, efectuado de manera publica, noviolenta y consciente con la intención de frustrar (una de) las leyes, políticas o decisiones del gobierno”

En el mismo texto, analizando la acción de Solidarios con Itoiz de abril de 1996 donde cortaron con ayuda de sierras motorizadas los cables del teleférico de transporte de hormigón para la construcción de la presa, de donde saco esta y otras definiciones hay un interesante debate sobre qué es y no es violencia.

También se llega a la conclusión que la desobediencia civil puede soportar en su definición certo nivel de violencia.

Las reflexiones de Thoreau tienen la fuerza de las letras escritas después de vividas, de la alternativa demostrada y de la canalización del desacuerdo más profundo sin utilizar la violencia. Este y otros textos (muy recomendable Walden) han servido y sirven de inspiración, provocación y contraste.

Mahatma Gandhi leyó el manifiesto de Thoreau preso en una cárcel de Sudáfrica a causa de su lucha por los derechos civiles de más de 150.000 compatriotas que residían allí, luchando contra las leyes que discriminaban a los hindúes. 22 años de lucha con estrategias de resistencia y desobediencia civil; huelgas, quema de tarjetas de registro, comercio sin licencia,…